sábado, 9 de febrero de 2008

Montevideo

He pensado, hay tantos sueños en mis dedos que se van cayendo, sueños que se escurren, que se caen, que se alejan, sueños que se despiertan, sueños que amanecen muertos sobre mis parpados.
He decidido partir, ir a Montevideo y buscar a Eduardo Galeano, contarle que escribo, que sus libros son balsamos y esperanzas,contarle que no quiero reservar del mundo solo un lugar tranquilo,que no quiero dormirme en las sillas que brotan al costado de los caminos.
Me voy a ir, tengo que irme, apenas acabe el verano marchare y debere dejar tu nombre escrito en algun arbol,tus sueños tienen ancla, los mios alas,tu vida tiene destino, la mia dejos de esperanza.
Juro que buscare tu besos en la feria, abrazare a tu sombra en la ciudad vieja y te escribire un poema a la orilla del cielo

5 comentarios:

Mar y Sol(a veces tenue y otras no) dijo...

Muy lindo lo que escribes y no le cortes las alas a tus sueños aunque a veces anclar no nos viene mal... También se puede soñar y volar y ni se siente el ancla
Un beso

Agustina dijo...

Tal vez sea coincidir.

Siempre me queda pendiente esa huida, el viaje a Uruguay y todo lo que eso implica: recorrer ciertas calles y anclar en el bar "el brasilero", lugar desde donde personas que leo o pronuncio siempre con entusiasmo (esos hermanos que no nos dejan dormir), tomaron más de un café, escribieron más de una nota.

Es lindo que otros sueñen a una misma voz, que no sepas cuando despertás del sueño, cuando te dormís soñando... hay pendientes que deberían cancelarse ya, como para que a uno le parezca no tan maldita la vida, para reconciliarse con ella.

Un saludo señor, le dejo mi sitio por si quiere leer delirios:
Http://www.fotolog.com/gugugusa_gugus

Eclipse dijo...

He llegado hasta aquí y me emociona ver que alguien quiere venirse a esta ciudad que es más un pueblo que otra cosa, una aldea gris con callecitas llenas de escombros y un verde obsoleto. Pero mi relación con las ciudades es un poco especial, es ese amor/odio inevitable para un bicho urbano como yo.
Ojalá vengas, te regalaré algunos cielos y los adoquines de la peatonal Sarandí.

Eli dijo...

Soñar nos hace libres, no dejes nunca de defender tus sueños y acepta este humilde regalo que dejo para ti en mi blog.

pennylanebcn dijo...

Hermosas palabras.

Un saludo

Regina