De puñales y guirnaldas

Él titulo es para mi la metáfora de la vida, un camino de puñales y guirnaldas.
Puñales nos dieron aquellos que nos dejaron solos en el camino, cuando tan siquiera sabíamos de que se trataba esto de vivir, con puñales nos acariciaron falsos amigos, mujeres sin alas. Mil puñales nos esperan en el camino saben que aun nos queda espacio en la espalda.
Pero también esta la vida llena de guirnaldas, que son las personas que están prestas a cargar en sus manos nuestros pedazos, quienes sonríen con nosotros y abrazándonos fuerte nos dicen que todo va a estar bien, tus labios son guirnaldas. Guirnaldas traen los recién llegados a la vida y los que se van, guirnaldas trae cada día en que esta a mi lado la mujer que espere durante tanto tiempo.
Hay que quedarse con las guirnaldas aunque sean pocas en proporción con los puñales, hay que quedarse con las guirnaldas, hoy, mañana y siempre hay que quedarse con las guirnaldas, algunas cubrirán heridas, otras pararan la sangre o abrigaran el alma, hay que quedarse con las guirnaldas.

Porque sera?

Porque no se callan, porque no se resignan, porque se abrazan al odio, porque no se mueren y dejan que los que somos felices, vivamos nuestro amor en paz.
Simplemente no pueden, sus ganas de lastimar, de dañar, de traer cuentos, de arrancar lagrimas son mas fuertes, sus lenguas cuchillo no resisten un solo segundo sin lanzar una estocada.
Y andan por la vida resentidos, llenos de nada, vacíos de abrazos, podridos de rabia, pobres diablos que se regodean en la tristeza.
Y se pasan la vida jodiendo otras vidas, sabiéndose lobos y arpias, porque será que los asesinos no se asesinan, porque será que los jodidos no se joden.

Donde estuviste...

Marzo venia igual que siempre presagiando fríos en el alma, trayendo soledades azules que acudían a morir entre mis dedos, marzo era la sinopsis del resto del año.
Pero esta vez me equivocaba porque marzo se traía para mi un vendaval de besos y guirnaldas, traía una mujer hermosa llena de luz y de vida.
La coloco frente a mi pero acostumbrado al invierno no vi las flores que florecían en su cuello, las buenas nuevas que venían escritas en su cuerpo y como un idiota la deje ir.
Pero la vida da revancha y por olvidar una campera, la encontré y perdí el corazón en sus brazos, nos besamos deprisa, sin darnos descanso, buscando curar las heridas de todos estos años que pasamos mendigando abrazos, nos dijimos te amo saboreando las palabras y plantaste bandera en la tristeza de mi espacio.
Entre el lapso de tiempo que mediaba entre uno y otro beso, le pregunte donde estuviste todo este tiempo y ella me contesto, aquí, aguantando huracanes, esperándote.

Mujeres de humo

Ella me mira con ojos muertos,se ofrece provocativa en la portada de una revista,muestra sus nuevas siliconas recien adquiridas,hace una mueca de beso con su boca llena de botox que la convertira en mutante a corto plazo,aparece bronceda en pleno otoño,sin un granito,sin una mancha,sin pizca de vida.
Es una mas de tantas,presagio de niñas anorexicas que le seguiran cuando tanto injerto la convierta en pieza de chatarreria,niñas con destino de moteles y gomerias,deseosas de ser nadie en la vidriera del aburrimiento y la cursileria.
Mujeres que piden recibos antes de dar un beso,dueñas de cuerpos esculturales carcomidos por el photoshop y el olvido,mujeres tristes que nunca supieron del cariño,de compartir caricias por el solo hecho de sentirlo.
Hombres que las sueñan como un objeto,princesas de burdeles caros y abrazos de cocaina,dedos en la garganta y sonrisas de saldo,ancladas en la inmadurez de la eterna juventud,mujeres que acabaran solas,sin hijos,sin hombre,sin noches que recordar.
Mujeres que no representan a nadie,tan siquiera a ellas mismas,porque mujeres son las que se calzaron pañuelos blancos para sacar del olvido hijos y nietos,mujeres son las que estan solas y crian hijos sin nadie,mujeres son las que tienen panza por dar vida,las que son luces pequeñas que nos indican el precipicio,las que no se esconden del reloj ni del documento,las que aman y lloran,las que se ven hermosas sin necesidad de nada mas que ser ellas mismas.

Crecer al ritmo de la tristeza

Crecer al ritmo de la tristeza es bailar con los pies desnudos heridos de frio,de aguantar inviernos a la vera de la vida,lastimados por piedras y olvido.
Es tener un traje de piel seca y huesitos,con bolsillos llenos de hambre,con mangas desteñidas por lagrimas.
Son guantes cuarteados de palear dias y mas dias de dolor,son uñas llenas de tierras que nunca seran mias.
Es bravo bailar al ritmo de la tristeza,es bravo vivir deseando morirse,con el alma en un pañuelo y la espalda arqueada de tanto fracaso,es triste ver como nos miran a los que bailamos,con un mezcla de odio,de miedo y de posible reflejo.
Es duro imaginar en el carnaval de los tristes los piecitos de sus hijos,es duro,pero mas duro es que no se den cuenta de que estabamos tan cansados de bailar.

Vivir

Hay un canción de Ismael Serrano, que se llama déjate convencer y comienza diciendo...un día la vida echara abajo tu puerta, rendida acorralada te pedirá cuentas, al escuchar la canción uno se pregunta que hará, que haremos cuando llegue la vida a pedirnos cuentas, habremos hecho algo que valga la pena, (lo único que vale la pena es vivir), habremos sido fieles con los amigos, con los amores, habremos salido a gritar cuando la rabia parecía que iba a rompernos el pecho, habremos llorado en medio de un carnaval. Realmente fuimos libres de decir no cuando todos aceptaban sumisos la idea de un dios, amamos sin mascaras, sin prejuicios. Sentimos en un día lo que era la eternidad, bajamos una estrella a cambio de un beso o simplemente "vivimos", que no es lo mismo que VIVIR.
Elegimos el camino, hasta que el camino nos eligió o seguimos callados y sumisos tras los deseos frustrados de papa y mama, fuimos felices o simulamos serlo, nos vestimos con poco porque lo teníamos todo o nos cubrimos con trapos caros los cuerpos muertos llenos de nada, hicimos lo que sentimos o lo que otros sintieron, amamos calculando besos o besando intereses, fuimos sinceros o creímos firmemente en nuestras mentiras, dijimos te quiero como quien declara una guerra o lo dijimos como quien vende un cuaderno.
Resulta que la vida esta acá tras mío, dispuesta a tomarme del cuello y yo quiero que al rendirle cuentas sepa que viví y no que me deje vivir.